miércoles, 17 de diciembre de 2008

Aforismos de Lichtenberg


Bueno hoy ha sido un día muy productivo, para quienes me conocen saben que es raro dadas las circunstancias.

Ya me estan gustando los Aforismos he encontrado algunos otros que me han parecido dignos de compartir... ahh amo el intercambio, ya sea de textos, sonrisas, cafés, ahh fluidos a veces.

Anoche soñe que me expresaba con aforismos para no hablar tanta paja, y prestarme a las malas interpretaciones y terminar como siempre, reparando, convenciendo (tristísimo)... Recordé cuando mi hermanito decía, El habla con pocas palabras y Karen dice muchas, aunque como dice mi director... Depende como las digas, el subtexto y demás, también depende del receptor si le guste escucharme hablar, pensé.

Pero bueno como todavía no puedo hacer muchas cosas, ya saben escribir,expresarme con belleza, hacer poesía y los aforismos sólo los hago en sueños.... en mis vagancia cibernética encontre esto que tiene una ironía muy fina y pensamientos profundos, me he divertido espero tambien lo hagan.

Permaneciendo

Karen



Los Aforismos de Lichtenberg

* Hoy le permití al sol levantarse antes que yo.
* Dentro de las tendencias al cambio que tienen las mujeres, la más fuerte es la del cambio de nombre (algunas incluso se llaman Eduardo).
* Él me desprecia porque no me conoce. Yo desprecio sus acusaciones porque me conozco.
* Me dan dolor muchas cosas que a otros sólo le dan lástima.
* Tengo el corazón por lo menos un pie más cerca de la cabeza que el resto de los hombres. De ahí mi enorme equidad. Las decisiones pueden ser ratificadas cuando todavía están calientes.
* A lo largo de mi vida me han otorgado tantos honores inmerecidos que bien podría permitirme alguna crítica inmerecida.
* He vuelto a comer todo lo que me está prohibido y, gracias a Dios, me encuentro tan mal como antes (no peor).
* La pérdida de la memoria me hizo cobrar conciencia de mi avanzada edad. Más tarde atribuí esto a la falta de práctica, luego otra vez a las consecuencias de la edad. A lo largo de toda mi vida he sentido estas oleadas de temor y esperanza.
* El 10 de octubre de 1793 le envié a mi querida mujer una flor artificial del jardín, hechas con hojas de distintos colores que el otoño tiró al suelo. Representa mi estado actual. Pero no se lo dije.
* Solía hablar con gran libertad en sitios en donde ponían caras piadosas y en cambio predicaba la virtud donde nadie más la predicaba.
* Promulgó una Constitución para sí mismo. Elegía auténticos ministros (la Moderación, incluso en una ocasión la Avaricia) que invariablemente eran despedidos.
* Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.
* He notado claramente que tengo una opinión acostado y otra parado.
* Tenía entonces 54 años, una edad en que aun en los poetas- el entendimiento y la pasión empiezan a conferenciar sobre artículos de paz, y por lo general la alcanzan no mucho después.
* Daría parte de mi vida con tal de saber cual era la temperatura promedio en el paraíso.
* Ya que se escribe en público de pecados secretos, me he propuesto escribir en secreto de pecados públicos.
* La cosa cuyos ojos y orejas no vemos y cuya nariz y cabeza apenas vemos, en pocas palabras, nuestro cuerpo.
* En la Tierra no hay superficie más interesante que el rostro humano.
* Cuando el espíritu se eleva el cuerpo se arrodilla.
* Eso que ustedes llaman corazón está bastante más abajo del cuarto botón del chaleco.
* La hermenéutica de la hipocondría.
* Un rostro no se deja analizar en un instante: necesita una consecuencia.
* Nuestro mundo llegará a ser tan refinado que creer en Dios resultará tan ridículo como hoy en día creer en fantasmas.
* Concibo una época en la que nuestras concepciones religiosas parecerán tan extrañas como ahora el espíritu de caballería.
* Por más que se predique las iglesias siguen necesitando pararrayos.
* ¿Creéis acaso que el buen Dios es católico?
* Con los huevos de Pascua sucede lo mismo que con el santo Cristo: en cuanto uno averigua de donde vienen, deja de recibirlos.
* Hay una especie de ventriloquía trascendental con la cual los hombres pueden aparentar que algo dicho en la Tierra viene del cielo.
* Es una lástima que beber agua no sea pecado, clama un italiano, ¡que bien sabría!
* La invención más fácil para el hombre: el paraíso.
* Dios realmente debe querernos mucho, pues siempre aparece cuando hace mal tiempo.
* Todos los maestros de la fe defienden sus teorías, no porque estén convencidos de su verdad, sino porque alguna vez lo estuvieron.
* Cartas sobre la más reciente literatura: y le doy mil gracias a Dios de que me haya permitido volverme ateo.
* En el mundo, los santos han logrado más en escultura que vivos.
* La metáfora es mucho más inteligente que su autor, y esto sucede con muchas cosas. Todo tiene su profundidad. Quien tiene ojos ve todo en todo.
* Se diría que nuestros idiomas han enloquecido. Cuando queremos una idea, nos ofrecen una palabra; cuando exigimos una palabra, nos brindan una raya, y donde esperamos una raya, hay una obscenidad.
* Esto debe servirme de advertencia. Como aquel gran escritor francés, de ahora en adelante no daré nada a la imprenta sin que antes lo lea mi cocinera.
* En cierta obra de un hombre célebre preferiría leer lo que tachó que lo que dejó.
* Al prólogo se le podría llamar pararrayos.
* Ahí se aplica a la perfección lo que Butler dice de un mal crítico, sino encuentra un error, lo comete.
* Los periodistas han construido una capillita de madera que llaman el Templo de la Fama donde todo el día clavan y desclavan retratos, con tal escándalo que nadie escucha sus propias palabras.
* Al escribir mantén la confianza en ti mismo, un orgullo noble y la certeza de que los demás no son mejores que tú, ellos evitan tus errores y en cambio cometen otros que tú has evitado.
* Lo shakespeareano que había que hacer en el mundo, fue, en gran parte, realizado por Shakespeare.
* Está bien que los jóvenes enfermen de poesía en ciertos años, pero por el amor de Dios, hay que impedir que la contagien.
* Siempre es preferible darle el tiro de gracia a un escritor que perdonarle la vida en una reseña..
* Si pensáramos más por nuestra cuenta, tendríamos muchos más libros malos y muchos más libros buenos.
* Quien tenga dos pantalones, que venda uno y compre este libro.
* Si alguien escribe mal, que más da, hay que dejarlo escribir. Transformarse en buey aún no es suicidarse.
* Aquello tuvo el efecto que por lo general tienen los buenos libros. Hizo más tontos a los tontos, más listos a los listos y los miles restantes quedaron ilesos.
* El único defecto de los escritores realmente buenos es que casi siempre ocasionan que haya muchos malos o regulares.
* Un libro es como un espejo. Si un mono se asoma a él no puede ver reflejado a un apóstol. Carecemos de palabras para hablar con los tontos de sabiduría. Ya es sabio quien entiende a un sabio.
* En nuestros tiempos, donde los insectos coleccionan insectos y las mariposas hablan de mariposas.
* Si bien los peces son mudos, sus vendedores hablan por todo lo que ellos callan.
* Que el hombre es el ser supremo también se deduce de que ningún otro ha tratado de refutarlo.
* No es que los oráculos hayan dejado de hablar, los hombres han dejado de escucharlos.
* Conozco el gesto de la atención fingida. Es el grado más bajo de la distracción.
* A lo más a lo que puede llegar un mediocre es a descubrir los errores de quienes lo superan.
* Hay ineptos entusiastas. Gente muy peligrosa.
* Estoy convencido de que cada ciudadano de H, conoce a Z, mejor de lo que se conoce a sí mismo.
* En el mundo uno encuentra con mayor frecuencia el consejo que el consuelo.
* Comerciaba con tinieblas en pequeña escala.
* Escribió 8 libros. Hubiera hecho mejor plantado 8 árboles o teniendo 8 hijos.
* Era un pensador tan minucioso que siempre veía un grano de arena antes que una casa.
* Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto.
* El matrimonio, al contrario de la fiebre, comienza con calor y termina con frío.
* Ciertos hombres de mal corazón creen reconciliarse con el cielo cuando dan una limosna.
* Intentar modificar el carácter de un hombre es como tratar de enseñar a una oveja a tirar de un carro.
* A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores.
* Resulta imposible atravesar una muchedumbre con la llama de la verdad sin quemarle a alguien la barba.
* La enfermedad es la mayor imperfección del hombre.
* El amor es ciego, pero el matrimonio le restaura la vista.
* Una regla de oro: no hay que juzgar a los hombres por sus opiniones sino por aquello en lo que sus opiniones los convierten.
* El hombre es una obra maestra de la creación, tan sólo porque a pesar de todo su determinismo cree que actúa como ser libre.
* Lo que hace que la amistad auténtica y el vínculo conyugal sean tan fascinantes es la ampliación del yo.
* Como todas las cosas corrosivas, el chiste y el humor deben emplearse con cuidado.
* En mi opinión, la pregunta ¿debe filosofar uno mismo? ha de responderse con una semejante: ¿debe rasurarse uno mismo?.
* ¡Cómo desaparecerán algún día nuestros nombres, detrás de los inventores del vuelo y cosas por el estilo!
* Se podría prescribir una dieta para la salud del entendimiento.
* El género humano sólo celebra lo bueno; el individuo con frecuencia lo malo.
* El hombre tiene un instinto irrevocable para creer que no lo ven cuando él no ve. Como los niños que se tapan los ojos para no ser vistos.
* El hombre ama la compañía, así sea la de una vela encendida.
* Jamás hay que creerla a quien asegure algo con una mano en el corazón.
* Es cierto que no puedo hacerme mis zapatos, pero, señores, no permito que me escriban mi filosofía.
* En cada facultad universitaria debería haber al menos un hombre muy capaz. Si las bisagras son de buen metal, lo demás puede ser de madera.
* Nada me molesta más en mi conducta que tener que ver el mundo como un hombre común, pues sé que lo ve de manera equivocada.
* Una vieja regla: un descarado puede parecer discreto cuando quiera, pero nadie que sea discreto puede parecer descarado.
* Nada se juzga con tanta ligereza como el carácter y en nada hay que ser más cuidadoso. Siempre he notado que las malas personas mejoran al conocerlas mejor y las buenas empeoran.
* Cualquiera aceptaría que las historias obscenas propias tienen un efecto mucho menos peligroso que las que se le ocurren a los otros.
* Siempre he visto que la ambición voraz y la desconfianza van juntas.
* Cierta clase de personas traban fácilmente amistad con cualquiera, y luego se aprestan a odiarlo o a quererlo otra vez. Si se piensa en el género humano como un todo, donde a cada parte le corresponde un sitio, estos hombres se convierten en piezas faltantes que se puede colocar donde sea. Entre esta clase de personas rara vez hay grandes genios, aunque es a quienes con mayor facilidad se les toma como tales.
*Ante una obra menor siempre pienso: es sólo un librito de patrullaje que busca el sitio donde pueda anclar uno mayor.
* Nuestra vida es comparable a un día de invierno. Nacemos entre las 12 y la 1, no amanece sino hasta las 8, oscurece antes de las 4 y morimos a las 12.
* Unas cuantas docenas de millones de minutos hacen una vida de 45 años y algo más.
* ¿Qué será del género humano antes de que desaparezca? El mundo bien puede rotar como hasta ahora por otro millón de años, en cuyo caso 5000 años serán como ¼ de año en la vida de un hombre de 50, apenas 1/12 del tiempo que pasamos en la universidad, ¿Qué hice el último cuarto de años? Comí, viví, hice experimentos eléctricos, escribí almanaques, me reí al ver un gatito, jugué con muchachitas y así transcurrieron 5000 años del pequeño mundo que soy yo.
* Los relojes de arena no sólo nos recuerdan el rápido transcurrir del tiempo sino también el polvo en el que alguna vez nos convertiremos.
* Sí, las monjas no sólo tienen un estricto voto de castidad sino también fuertes rejas en sus ventanas.

EL HALCÓN MOTEADO CALA SOBRE MÍ... WALT WHITMAN



No desfallezcas si no me encuentras pronto. Si no estoy en un lugar,
búscame en otro. En algún lugar te estaré esperando.


Posteo las entradas en el orden en que las conocí, es lo bueno de tener tu propio blog y hacer las cosas a tu manera, les dejo esto y les Recomiendo leer "Hojas de Hierba", busquen el Canto a mi mismo, o Canto de mi mismo, (depende del traductor) es una obra imprescindible. Hay que leerla, Hay que leerla.

No se diga más.



EL HALCÓN MOTEADO CALA SOBRE MÍ...

El halcón moteado cala sobre mí,
y me acusa lamentándose
por mi charla y mi pereza.

Yo también soy indomable,
yo también soy intraducible.
Sobre los techos del mundo,
resuena mi bárbaro graznido.

El último celaje del día,
se detiene a esperar por mí,
lanzo mi figura, tras las otras,
reposando verdaderamente en cualquier
sombra silvestre.
Me insta engatusándome hacia la bruma,
y hacia la oscuridad.

Me alejo como el aire,
sacudo mi bucle blanco en el sol fugitivo.
Vierto mi carne en remolinos,
y la dejo arrastrar por la mueca del encaje.
Me entrego, a mí mismo, al barro,
para brotar en la hierba que amo.

Si me necesitas,
búscame en la suela de tus botas.

Apenas sabrás quien soy,
y lo que quiero decir.
No obstante soy tu buena salud,
y filtraré con filamentos tu sangre.

No desfallezcas si no me encuentras pronto.
Si no estoy en un lugar, búscame en otro.
En algún lugar te estaré esperando.

Versión de Leandro Wolfson

Oda a Walt Whitman






Ni un solo momento, viejo hermoso Walt Whitman,
he dejado de ver tu barba llena de mariposas,
ni tus hombros de pana gastados por la luna,
anciano hermoso como la niebla














Walt Whitman

La primera vez leí algo sobre el fue en un poemario Poeta en New York de Federico García Lorca, al lado del la "Oda a Walt Whitman" estaba una fotografía de él con su barba llena de Mariposas, es algo que no olvido.

Iba a ponerles un fragmento pero me fue imposible.

Oda a Walt Whitman

Por el East River y el Bronx
los muchachos cantaban enseñando sus cinturas,
con la rueda, el aceite, el cuero y el martillo.
Noventa mil mineros sacaban la plata de las rocas
y los niños dibujaban escaleras y perspectivas.

Pero ninguno se dormía,
ninguno quería ser el río,
ninguno amaba las hojas grandes,
ninguno la lengua azul de la playa.

Por el East River y el Queensborough
los muchachos luchaban con la industria,
y los judíos vendían al fauno del río
la rosa de la circuncisión
y el cielo desembocaba por los puentes y los tejados
manadas de bisontes empujadas por el viento.

Pero ninguno se detenía,
ninguno quería ser nube,
ninguno buscaba los helechos
ni la rueda amarilla del tamboril.

Cuando la luna salga
las poleas rodarán para tumbar el cielo;
un límite de agujas cercará la memoria
y los ataúdes se llevarán a los que no trabajan.

Nueva York de cieno,
Nueva York de alambres y de muerte.
¿Qué ángel llevas oculto en la mejilla?
¿Qué voz perfecta dirá las verdades del trigo?
¿Quién el sueño terrible de sus anémonas manchadas?

Ni un solo momento, viejo hermoso Walt Whitman,
he dejado de ver tu barba llena de mariposas,
ni tus hombros de pana gastados por la luna,
ni tus muslos de Apolo virginal,
ni tu voz como una columna de ceniza;
anciano hermoso como la niebla
que gemías igual que un pájaro
con el sexo atravesado por una aguja,
enemigo del sátiro,
enemigo de la vid
y amante de los cuerpos bajo la burda tela.
Ni un solo momento, hermosura viril
que en montes de carbón, anuncios y ferrocarriles,
soñabas ser un río y dormir como un río
con aquel camarada que pondría en tu pecho
un pequeño dolor de ignorante leopardo.

Ni un sólo momento, Adán de sangre, macho,
hombre solo en el mar, viejo hermoso Walt Whitman,
porque por las azoteas,
agrupados en los bares,
saliendo en racimos de las alcantarillas,
temblando entre las piernas de los chauffeurs
o girando en las plataformas del ajenjo,
los maricas, Walt Whitman, te soñaban.

¡También ese! ¡También! Y se despeñan
sobre tu barba luminosa y casta,
rubios del norte, negros de la arena,
muchedumbres de gritos y ademanes,
como gatos y como las serpientes,
los maricas, Walt Whitman, los maricas
turbios de lágrimas, carne para fusta,
bota o mordisco de los domadores.

¡También ése! ¡También! Dedos teñidos
apuntan a la orilla de tu sueño
cuando el amigo come tu manzana
con un leve sabor de gasolina
y el sol canta por los ombligos
de los muchachos que juegan bajo los puentes.

Pero tú no buscabas los ojos arañados,
ni el pantano oscurísimo donde sumergen a los niños,
ni la saliva helada,
ni las curvas heridas como panza de sapo
que llevan los maricas en coches y terrazas
mientras la luna los azota por las esquinas del terror.

Tú buscabas un desnudo que fuera como un río,
toro y sueño que junte la rueda con el alga,
padre de tu agonía, camelia de tu muerte,
y gimiera en las llamas de tu ecuador oculto.

Porque es justo que el hombre no busque su deleite
en la selva de sangre de la mañana próxima.
El cielo tiene playas donde evitar la vida
y hay cuerpos que no deben repetirse en la aurora.

Agonía, agonía, sueño, fermento y sueño.
Éste es el mundo, amigo, agonía, agonía.
Los muertos se descomponen bajo el reloj de las ciudades,
la guerra pasa llorando con un millón de ratas grises,
los ricos dan a sus queridas
pequeños moribundos iluminados,
y la vida no es noble, ni buena, ni sagrada.

Puede el hombre, si quiere, conducir su deseo
por vena de coral o celeste desnudo.
Mañana los amores serán rocas y el Tiempo
una brisa que viene dormida por las ramas.

Por eso no levanto mi voz, viejo Walt Whítman,
contra el niño que escribe
nombre de niña en su almohada,
ni contra el muchacho que se viste de novia
en la oscuridad del ropero,
ni contra los solitarios de los casinos
que beben con asco el agua de la prostitución,
ni contra los hombres de mirada verde
que aman al hombre y queman sus labios en silencio.
Pero sí contra vosotros, maricas de las ciudades,
de carne tumefacta y pensamiento inmundo,
madres de lodo, arpías, enemigos sin sueño
del Amor que reparte coronas de alegría.

Contra vosotros siempre, que dais a los muchachos
gotas de sucia muerte con amargo veneno.
Contra vosotros siempre,
Faeries de Norteamérica,
Pájaros de la Habana,
Jotos de Méjico,
Sarasas de Cádiz,
Ápios de Sevilla,
Cancos de Madrid,
Floras de Alicante,
Adelaidas de Portugal.

¡Maricas de todo el mundo, asesinos de palomas!
Esclavos de la mujer, perras de sus tocadores,
abiertos en las plazas con fiebre de abanico
o emboscadas en yertos paisajes de cicuta.

¡No haya cuartel! La muerte
mana de vuestros ojos
y agrupa flores grises en la orilla del cieno.
¡No haya cuartel! ¡Alerta!
Que los confundidos, los puros,
los clásicos, los señalados, los suplicantes
os cierren las puertas de la bacanal.

Y tú, bello Walt Whitman, duerme a orillas del Hudson
con la barba hacia el polo y las manos abiertas.
Arcilla blanda o nieve, tu lengua está llamando
camaradas que velen tu gacela sin cuerpo.
Duerme, no queda nada.
Una danza de muros agita las praderas
y América se anega de máquinas y llanto.
Quiero que el aire fuerte de la noche más honda
quite flores y letras del arco donde duermes
y un niño negro anuncie a los blancos del oro
la llegada del reino de la espiga.
Federico García Lorca

martes, 16 de diciembre de 2008

Algunos Aforismos de Cioran

Para Robert y su amarga Paranoia.




He dado con esto porque algún buen amigo lo cita, trato de averiguar el Porque
y decido postearlo porque me place.


Y claro para compartir.



Aforismos de Emil Michel Cioran

Fuera de la música, todo, incluso la soledad y el éxtasis, es mentira. Ella es justamente ambos, pero mejorados.

A medida que perdemos la memoria los elogios que se nos han prodigado se borran, contrariamente a los reproches. y ello es justo: los primeros raramente se merecen, mientras que los segundos nos revelan aspectos de nosotros mismos que ignorábamos.

Si yo hubiera nacido budista, lo sería aún; pero nací cristiano y dejé de serlo en la adolescencia, en una época en que mucho más que hoy hubiera podido exagerar, de haberla conocido, la blasfemia que Goethe escribió el mismo año de su muerte en una carta a Zelter: "La cruz es la imagen más odiosa que existe bajo el cielo".

Lo esencial surge con frecuencia al final de las conversaciones. Las grandes verdades se dicen en los vestíbulos.

Una carta digna de ese nombre sólo puede escribirse bajo el efecto de la admiración o de la indignación, de la exageración en suma. De ahí que una carta sensata sea una carta inexistente.

Quien esté considerado por sus amigos como alguien «extraordinario», no debe dar pruebas de lo contrario. Que evite dejar trazas y sobre todo que no escriba, si desea ser algún día para todos lo que fue para algunos solamente.

Sólo la música puede crear una complicidad indestructible entre dos seres. Una pasión es perecedera, se degrada como todo aquello que participa de la vida; mientras que la música pertenece a un orden superior a la vida y, por supuesto, a la muerte.

Es preciso encontrarse en estado de receptividad, es decir, de debilidad física, para que las palabras nos lleguen, penetren en nosotros y comiencen en nuestro interior una especie de carrera.

El orgasmo es un paroxismo; la desesperación, otro. El primero dura un instante; el segundo una vida.

Todo parece miserable e inútil en cuanto la música enmudece. Se comprende así que pueda ser odiada y se sientan tentaciones de considerar su absoluto como un fraude. Porque cuando se la ama demasiado hay que reaccionar contra ella como sea. Nadie percibió su peligro mejor que Tolstoi, pues sabía que podía dominarlo completamente. De ahí que comenzara a execrarla por miedo de convertirse en juguete suyo.

Quedamos siempre anticuados por lo que admiramos. En cuanto citamos a alguien que no sea Homero o Shakespeare, corremos el riesgo de parecer pasados de moda o tocados de la cabeza.

X., que ha fracasado en todo, se lamenta de no haber tenido un destino. -Todo lo contrario, le digo. La serie de tus fracasos es tan notable que parece revelar un designio providencial.

El hecho de que la vida no tenga ningún sentido es una razón para vivir, la única en realidad.

Extraído del libro Ese maldito yo.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Sobre la Memoria - Ernesto Sabato

La Persistencia de la Memoria - Salvador Dalí
Esto va dedicado a todas las personas que hacen que mi memoria, mis recuerdos sean un paraíso... segura del tiempo, la distancia y tanto espacio.

Porque la memoria es lo que resiste al tiempo y a sus poderes de destrucción, y es algo así como la forma que la eternidad puede asumir en ese incesante tránsito. Y aunque nosotros (nuestra conciencia, nuestros sentimientos, nuestra dura experiencia) vamos cambiando con los años. Y también nuestra piel y nuestras arrugas van convirtiéndose en prueba y testimonio de ese tránsito, hay algo en nosotros, allá muy dentro, allá en regiones muy oscuras, aferrado con uñas y dientes a la infancia y al pasado, a la raza y a la tierra, a la tradición y a los sueños, que parece resistir a ese trágico proceso: la memoria, la misteriosa memoria de nosotros mismos, de lo que somos y de lo que fuimos. Sin la cual (¡Y qué terrible ha de ser entonces!) esos hombres que la han perdido como en una formidable y destructiva explosión de aquellas regiones profundas, son tenues, inciertas y livianísimas hojas arrastradas por el furioso y sin sentido viento del tiempo.




Y en especial a vos porque te mantienes firme en mis recuerdos y también viceversa.
Y para nadie total nadie le presta atención a estas vainas.