jueves, 20 de noviembre de 2008

Vieja Canción - Rigoberto Paredes




En mi pecho tenía un corazón
Y para mí tensaba sus cuerdas, el teclado
A una señal tuya,
Al acorde más leve de los dos.
Era un haz de sonidos,
Una grana gozosa y trepidante;
Como astro, al comienzo,
Que estallara a la vida al mando de tu verbo.
Tenía un corazón.
Y yo lo oí cantar cuanto tú estabas.

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